Y cada mirada, será la escena de un cortometraje, en el cual la música son sonidos de motores, pasos, risas, gritos, susurros, viento y latidos. Latidos, sí. En mi cabeza, en tu conciencia, en nuestra conciencia... Sin cerrar los ojos, disfrutar de ese color rojo que nos rodea, que germina con nuestra pasión, en tu pasión... Sentimiento vivaz que se agota, que fenece en tu boca y este cortometraje el más largo de los momentos, perenne en mí. Pero qué más da. Todo vuelve con un bonito atardecer y un aire de alegría que no califica tu olor corporal, porque lleno de colores hubo una acción única, hermosa y valiente. Pero para qué tanta valentía si con una banal brisa, todo se lo lleva... Fútil el orgullo que alimenta tu ser, que precipita todo el sentimiento y los colores los permuta opacos, invisibles. La única respuesta, escondida nunca estuvo, siempre latente, queriendo no naufragar, en ti amor siempre hubo, y cuando menos lo esperas, todo sucede. Ahora no me queda otro camino, entre todas estas cosas, que lanzarme al vacío, cerrar los ojos y volar; vacío que se encuentra oscuro, única forma de hallar la luz que me das, y así volar siempre contigo, que nos ampare la eternidad. Y una conmoción que se espanta de ver la caída de un tirano vencedor... Vuelas a mi lado, entre tierra y arena, en el juego de besos, de sudores y estrellas, la luz de tu alma viaja conmigo, entre aromas tatuados en mi piel, y copas de vino. Juego sin fin. Pero me embriagas con tu aroma, me drogas con tus caricias, algo ligero, pero no insípido, mas con el candente furor de tu cuerpo y la magia que se desprende de lo nuestro. Dame un instante para acostarme en tus piernas, y gritarle al tiempo que nada importa, solo tú, hoy, aquí, ahora, quiero besarte como nunca antes, porque hoy tengo sed de ti. Y saciarme con tus labios, y volver a vivir cada instante a tu lado; olvidarme de todo, disfrutar el momento, llegar hasta el infinito, dejar fluir mi pensamiento y llenarme de tu locura. Hoy esperé bajo el cielo lluvioso de San José, que el tiempo se detuviera y no tuviera yo más sed, que un charquito me trajera tus besos donde encendamos fuego, y abramos el champagne, para deleitar esa lluvia sobre nuestro ser y así hacer de este momento único para unificar nuestro inmenso amor. Quiero ser tu viento y tu frío, quiero ser todo lo que desees.
Está algo pichudo el blog! Y el resto es vara... ; )
ResponderEliminarMae esta muy pichudo el blog al chile... esta muy tuanis!!
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